domingo, 27 de mayo de 2007

Ansiedad en Santa Anita

Creo que todos están algo enterados, al menos, de lo que está sucediendo con el tema del desalojo de los ocupantes del terreno del Mercado de Santa Anita.

Lamentablemente, no tengo tiempo de sentarme todas las mañanas a leer el periódico y enterarme detalladamente de las noticias, o quedarme pegada a canal N y chequear las transmisiones en vivo de lo que está sucediendo allá. Sin embargo, el tema me ha interesado demasiado desde que me enteré de él, y en el camino de la puerta de mi cuarto a la puerta de mi casa, al salir a la calle, no dejo aunque sea de chequear los titulares para saber "en qué está el tema".

Hoy me enteré que Santa Anita, el distrito en general, está declarado en emergencia. Fácil es noticia pasadasa. Bueno, recién me entero y el saberlo me hace pensar mucho más en la magnitud que está cobrando el tema.

En los últimos años he escuchado de invasiones en diversas partes de la ciudad, que son luego causa de desalojo por parte de las autoridades, quizás con algún herido, pero finalmente, desalojo de los invasores. Y no pasa de eso. Sin embargo en este caso, el tema ha trascendido. Todos los días hay nuevas noticias: que van a entrar mujeres policía a sacar a los niños, que los policías van a entrar a desalojar mayormente sin armas, que entran otro tipo de autoridades para negociar y a ver si los invasores abandonan el terreno por las buenas, etc.

Y nada con el mandato judicial que ordene la ejecución del desalojo.

Bueno, este asunto me llama mucho la atención justamente por la trascendencia que ha cobrado y por la ansiedad que causa en mi, que soy una persona totalmente ajena a la situación (no vivo en Santa Anita y tampoco transito por la zona). Va a llegar el día en que se dé el mandato efectivo de desalojo y qué va a suceder? Van a entrar los tombos y tranquilamente van a sacar a los invasores? No creo, con todo los antecedentes que está teniendo el asunto, con todas las precauciones que se están considerando, de los niños que pueden estar en el recinto y la gente que ya se asustó y se empezó a retirar a pesar de estar dejando su puesto de trabajo, y claro, con el montón que se ha aferrado a la causa de defender el lugar en el que lograban ganarse un sueldo.

Creo que por ahí va la cosa, quizás. El interés económico que puede haber en tener un sitio donde lucrar, para bien o para mal. Y el hecho de que exista una amenaza contra esa posibilidad de ubicarse para realizar una actividad económica.

Sin embargo, fuera de todo eso, que puede ser válido o no, está el asunto, que también me llama mucho la atención, de que las autoridades son desafiadas por aquellos que se han atrincherado y dicen que no van a dejar sus puestos de trabajo, lo cual implicará que los saquen por la fuerza, y con ello, que corra sangre.

Es un asunto muy complicado. Creo que las leyes existen por algo. Y eso, a pesar de considerar que definitivamente hay leyes que son discutidas en mucho menos tiempo y con mucha menor seriedad con la que deberían ser discutidas. Sin embargo, desafiar a las autoridades en este caso, significa declarar abiertamente la posibilidad de un enfrentamiento con el uso de la violencia física. Y a pesar de que se trata de un elemento bastante usado, bien o mal, por las autoridades alrededor del mundo entero, no deja de consternarme.

Actualmente estoy por empezar una investigación con unos compañeros del curso Sociología Urbana, sobre la invasión que se ha hecho en Villa El Salvador, de los terrenos que serían para la universidad de ese distrito. Qué ha pasado en VES, que un gran grupo de gente, se "zurró" en el hecho de que se trataban de terrenos destinados al equipamiento urbano. Y responder esta pregunta es mucho más interesante en un lugar como VES, donde hace decenas de años ha existido todo un proyecto de creación de ciudad con intereses compartidos y la promesa de un espacio equipado totalmente para el bienestar de sus pobladores.

Y en este caso, a diferencia del caso de Santa Anita, vemos que no se trata de la defensa (de los invasores) del terreno en el que se logra el sueldo, sino en el que se va a vivir. Con esto vemos que también está presente el tema de los servicios básicos, que supuestamente deberían ser brindados por el Estado.

Es un poco caótico todo el tema y definitivamente, si no se investiga qué es lo que pasa por las mentes de las personas que han invadido, se puede pensar justamente que vivimos en un país en el que la gente hace lo que se le da la gana, así de simple. Y bueno, quizás muchos piensan eso. Definitivamente. Otros como Jaris Mujica piensan que la corrupción ya es parte esencial del sistema político nacional y sin el cual el mismo no podría sostenerse. Y creo que tiene razón para decirlo.

Yo estudio para ser socióloga y quizás no me compete pensar qué hacer para solucionar el asunto. Sin embargo, el entender qué pasa, así de la forma más lúcida posible, creo que sería un buen sustento para que otros puedan darse el trabajo de realizar acciones para que esto cada día sea un poquito menos caótico.

3 comentarios:

Jorge Meneses dijo...

Bueno, ahi se suma otro problema. Y es que muchos de los "invasores" han comprado los terrenos a un estafador. Asi que su lucha es porque lo que ellos consideran que legalmente es suyo y que han pagado por ello. Incluso muchos de ellos pagaban arbitrios a la municipalidad de Santa Anita. El problema es muy grande.

PD: Oye, cambia eso de que no se permiten comentarios anonimos. No me deja comentar usando mi cuenta de wordpress, solo la de blogger =(

María Laura dijo...

claro, ademas, luz de sur los proveia del servicio cuando supuestamente no habia una inscripcion oficial o algo asi.
una cosa loca.

Rodrigo Sepúlveda dijo...

hola